EXPEDICIÓN EN KAYAK: ISLA CHETUMAL
apr 10
Dispatch #7
Published at 01:02
Queridos amigos y amigas:
Les envío la información correspondiente al tercer día de la ruta (9 de Abril del 2010). El tercer día me desperté, como les había comentado en mi último despacho, en medio del lodo del manglar, con la casa de campaña humedecida y con muchas de las cosas del equipo sucias debido a las repetidas caídas que tuve al hundirme
en el fango trasladando el equipo del kayak a mi casa de campaña, que
distaba la increíble distancia de 2 metros. Pero esto no era lo peor, cuando
me desperté empecé a oír un zumbido, bueno realmente eran varios, abrí los
ojos y me dí cuenta que estaba rodeado de una legión de tábanos. Pensé… lo
que me faltaba, ¿ahora cómo le voy a hacer para sacar todas las cosas de la
casa de campaña y meterlas en el kayak sin sufrir el ataque despiadado de
tales “bestias sedientas de sangre” y lo peor…… sedientas de la mía?. Me
rocié de repelente para moscos, pensando inocentemente librarme de su ataque
despiadado, pero finalmente sufrí el embate de decenas de tábanos y tuve que
salir de rodillas del manglar no tanto para evitar hundirme más en el lodo
sino por el dolor y la humillación sufridos a causa de esos dichosos y
terribles tábanos.
Por fín estaba en marcha en mi kayak y navegué plácidamente y aliviado de no
tener tábanos a la vista en una laguna interior que se forma detrás de la
Laguna de Bacalar y que está conectada con ella a través de unos canales
hechos por el hombre y que les denominan canales de los piratas. Tras una
hora aproximada de remar avisté el canal de los piratas que conecta con la
Laguna de Bacalar y que sale justo enfrente del famoso Fuerte de San Felipe
Bacalar.
Y para los que les interese la historia les cuento un poco de los
interesantes orígenes de Bacalar y su Fortín, espero que no se les haga muy
pesado, a mí en particular se me hace fascinante digna del mejor guión de
películas de Holywood.
El Fortín de San Felipe Bacalar fue mandado construir en 1727 por orden del
Gobernador de Yucatán, el Mariscal Antonio de Figueroa y Silva para proteger
a la Villa de Salamanca de Bacalar de las incursiones piratas, ya que a
consecuencia de estos continuos ataques Bacalar había quedado abandonada
desde 1696.
Esta Villa increíblemente ha sido fundada al menos 4 veces, la primera en
sus orígenes mayas con el nombre de Siyan Ka’an Bakhalal (que significa
Puerta del Cielo y Lugar de Carrizos) fue fundada por los mayas itzáes en el
año 435 de nuestra era, a la orilla de la laguna del mismo nombre, aunque en
el 495 los itzáes abandonaron el lugar para dirigirse al interior de
Yucatán.
La segunda vez en 1531 por orden de Francisco de Montejo (padre ó "El
Adelantado”), fue fundada por Alonso Dávila llamándola Villa Real, pero tuvo
que abandonarla tras sufrir el asedio y los ataques sorpresivos de los
mayas.
La tercera vez, fue refundada en 1544 con el nombre de la Villa de Salamanca
de Bacalar por el capitán Gaspar Pacheco y su hijo Melchor, por orden de
Francisco de Montejo y León "el Mozo", hijo de "El Adelantado”.
Y la cuarta vez fue en los tiempos ya modernos del México independiente en
que se cambia el nombre que tenía durante el virreinato y se pasa a
denominar Bacalar.
Esta villa jugó un importantísimo papel estratégico en la geopolítica y
estrategia militar del Virreinato de Nueva España convirtiéndose en un punto
de avanzada hacia la conquista de Petén Itzá (que se lograría un siglo y
medio después). A pesar de tener pocos habitantes Bacalar era la cabecera de
un extenso espacio geográfico que partía cerca del actual poblado de
Vallehermoso hasta Belice y el Petén Itzá. Éste era el único punto de
presencia militar y del gobierno español en una gran área, distando Bacalar
casi 100 leguas de Mérida que era la capital política y administrativa de la
época en la Península de Yucatán.
Entonces amigos y amigas, como han podido darse cuenta es importantísimo
destacar la dimensión estratégica de este puesto militar del antiguo imperio
español que a lo largo del siglo XVIII fue el único bastión de protección
frente a los embates expansionistas de los británicos, si no hubiera sido
por el fuerte de Bacalar, otro gallo nos hubiera cantado, hoy todos los
chetumaleños y bacalareños tendríamos otra bandera, hablaríamos otro idioma
y no seguiríamos al Tri en sus desafíos futboleros.
Bueno y tras este “pequeño” inciso histórico continúo contándoles mis
propias aventuras, o como diría un amigo “chocoaventuras”.
Llegando a la orilla de la Laguna de Bacalar aproveché para ponerme al día
con mis despachos de los dos primeros días, así como revisar y seleccionar
fotos para enviarles a través de la página de Expenews. Por cierto, aunque
hacer los despachos (al menos como a mí me gustan) lleva bastante tiempo, me
parece realmente una de las cosas más importantes de la expedición el poder
ir contándoles paso a paso y con lujos de detalles mis sucesos y vivencias
para poder compartir con ustedes esta increíble experiencia, espero que
estén de acuerdo conmigo y si no pueden enviarme un correo electrónico y
comentarme lo que piensan.
Una vez que terminé mi actualización de los despachos me despedí de Bacalar
y me dirigí de nuevo hacia el Canal de los Piratas en busca de la Laguna
Mariscal por cierto, para llegar a ella lo hice a través de un canal ubicado
al Norte, el cual tiene una boca muy estrecha, como de unos 6 metros de
anchura, y que no fue fácil de encontrar, pero una vez en el canal, se abrió
un mundo increíble de sensaciones, con los sonidos de las aves, el color del
agua y la vegetación, y finalmente el sonido de la soledad…….
Una vez en la Laguna Mariscal, como ya era un poco tarde, empecé a buscar un
lugar donde acampar y cuál fue mi sorpresa que tras un rato de remar se
abrió ante mí lo que me pareció un verdadero hotel 5 estrellas o VIP, y que
no iba a dejar pasar, era un muelle todo desvencijado con una palapita de
2.5 mts. x 2.5 mts. que fue mi salvación y la oportunidad de sentirme como
un verdadero rey por una noche.
Un fuerte abrazo, Luis.
Les envío la información correspondiente al tercer día de la ruta (9 de Abril del 2010). El tercer día me desperté, como les había comentado en mi último despacho, en medio del lodo del manglar, con la casa de campaña humedecida y con muchas de las cosas del equipo sucias debido a las repetidas caídas que tuve al hundirme
en el fango trasladando el equipo del kayak a mi casa de campaña, que
distaba la increíble distancia de 2 metros. Pero esto no era lo peor, cuando
me desperté empecé a oír un zumbido, bueno realmente eran varios, abrí los
ojos y me dí cuenta que estaba rodeado de una legión de tábanos. Pensé… lo
que me faltaba, ¿ahora cómo le voy a hacer para sacar todas las cosas de la
casa de campaña y meterlas en el kayak sin sufrir el ataque despiadado de
tales “bestias sedientas de sangre” y lo peor…… sedientas de la mía?. Me
rocié de repelente para moscos, pensando inocentemente librarme de su ataque
despiadado, pero finalmente sufrí el embate de decenas de tábanos y tuve que
salir de rodillas del manglar no tanto para evitar hundirme más en el lodo
sino por el dolor y la humillación sufridos a causa de esos dichosos y
terribles tábanos.
Por fín estaba en marcha en mi kayak y navegué plácidamente y aliviado de no
tener tábanos a la vista en una laguna interior que se forma detrás de la
Laguna de Bacalar y que está conectada con ella a través de unos canales
hechos por el hombre y que les denominan canales de los piratas. Tras una
hora aproximada de remar avisté el canal de los piratas que conecta con la
Laguna de Bacalar y que sale justo enfrente del famoso Fuerte de San Felipe
Bacalar.
Y para los que les interese la historia les cuento un poco de los
interesantes orígenes de Bacalar y su Fortín, espero que no se les haga muy
pesado, a mí en particular se me hace fascinante digna del mejor guión de
películas de Holywood.
El Fortín de San Felipe Bacalar fue mandado construir en 1727 por orden del
Gobernador de Yucatán, el Mariscal Antonio de Figueroa y Silva para proteger
a la Villa de Salamanca de Bacalar de las incursiones piratas, ya que a
consecuencia de estos continuos ataques Bacalar había quedado abandonada
desde 1696.
Esta Villa increíblemente ha sido fundada al menos 4 veces, la primera en
sus orígenes mayas con el nombre de Siyan Ka’an Bakhalal (que significa
Puerta del Cielo y Lugar de Carrizos) fue fundada por los mayas itzáes en el
año 435 de nuestra era, a la orilla de la laguna del mismo nombre, aunque en
el 495 los itzáes abandonaron el lugar para dirigirse al interior de
Yucatán.
La segunda vez en 1531 por orden de Francisco de Montejo (padre ó "El
Adelantado”), fue fundada por Alonso Dávila llamándola Villa Real, pero tuvo
que abandonarla tras sufrir el asedio y los ataques sorpresivos de los
mayas.
La tercera vez, fue refundada en 1544 con el nombre de la Villa de Salamanca
de Bacalar por el capitán Gaspar Pacheco y su hijo Melchor, por orden de
Francisco de Montejo y León "el Mozo", hijo de "El Adelantado”.
Y la cuarta vez fue en los tiempos ya modernos del México independiente en
que se cambia el nombre que tenía durante el virreinato y se pasa a
denominar Bacalar.
Esta villa jugó un importantísimo papel estratégico en la geopolítica y
estrategia militar del Virreinato de Nueva España convirtiéndose en un punto
de avanzada hacia la conquista de Petén Itzá (que se lograría un siglo y
medio después). A pesar de tener pocos habitantes Bacalar era la cabecera de
un extenso espacio geográfico que partía cerca del actual poblado de
Vallehermoso hasta Belice y el Petén Itzá. Éste era el único punto de
presencia militar y del gobierno español en una gran área, distando Bacalar
casi 100 leguas de Mérida que era la capital política y administrativa de la
época en la Península de Yucatán.
Entonces amigos y amigas, como han podido darse cuenta es importantísimo
destacar la dimensión estratégica de este puesto militar del antiguo imperio
español que a lo largo del siglo XVIII fue el único bastión de protección
frente a los embates expansionistas de los británicos, si no hubiera sido
por el fuerte de Bacalar, otro gallo nos hubiera cantado, hoy todos los
chetumaleños y bacalareños tendríamos otra bandera, hablaríamos otro idioma
y no seguiríamos al Tri en sus desafíos futboleros.
Bueno y tras este “pequeño” inciso histórico continúo contándoles mis
propias aventuras, o como diría un amigo “chocoaventuras”.
Llegando a la orilla de la Laguna de Bacalar aproveché para ponerme al día
con mis despachos de los dos primeros días, así como revisar y seleccionar
fotos para enviarles a través de la página de Expenews. Por cierto, aunque
hacer los despachos (al menos como a mí me gustan) lleva bastante tiempo, me
parece realmente una de las cosas más importantes de la expedición el poder
ir contándoles paso a paso y con lujos de detalles mis sucesos y vivencias
para poder compartir con ustedes esta increíble experiencia, espero que
estén de acuerdo conmigo y si no pueden enviarme un correo electrónico y
comentarme lo que piensan.
Una vez que terminé mi actualización de los despachos me despedí de Bacalar
y me dirigí de nuevo hacia el Canal de los Piratas en busca de la Laguna
Mariscal por cierto, para llegar a ella lo hice a través de un canal ubicado
al Norte, el cual tiene una boca muy estrecha, como de unos 6 metros de
anchura, y que no fue fácil de encontrar, pero una vez en el canal, se abrió
un mundo increíble de sensaciones, con los sonidos de las aves, el color del
agua y la vegetación, y finalmente el sonido de la soledad…….
Una vez en la Laguna Mariscal, como ya era un poco tarde, empecé a buscar un
lugar donde acampar y cuál fue mi sorpresa que tras un rato de remar se
abrió ante mí lo que me pareció un verdadero hotel 5 estrellas o VIP, y que
no iba a dejar pasar, era un muelle todo desvencijado con una palapita de
2.5 mts. x 2.5 mts. que fue mi salvación y la oportunidad de sentirme como
un verdadero rey por una noche.
Un fuerte abrazo, Luis.
- Name: Muelle Rancho Laguna Mariscal
- Elevation: 105 m
- Latitude: 18° 41’ 12” North
- Longitude: 88° 21’ 42” West
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